10 de noviembre de 2009

Una charla con Hernán Henríquez

Hernán Henríquez nació el 29 de enero de 1941 en La Habana (Cuba). De familia canaria, es licenciado en Historia en la Universidad de La Habana y en Psicología y Sociología en la Universidad Saint Thomas de Miami.
Uno de los participantes más polifáceticos y comprometidos con Animacam.tv, este animador-peregrino participa en la Sección Oficial con los vídeos de Alta Tensión, Gugulandia y Gordo-Flaca, todos ellos en la Categoría Retrospectiva. Tras compartir nada más y nada menos que OCHO HORAS EN EL CAMINO DE SANTIAGO con nosotros, Hernán se confiesa enamorado y seducido por los parajes y paisajes del Camino de Santiago, y lo describe en sus vídeos como una experiencia única e inigualable. Entrevista realizada por Andrés Rozados.

A: ¿Cómo fueron sus inicios en el mundo de la animación?

H: Comencé a los 18 años de edad. Yo nunca había trabajado. Estaba en una clase de matemáticas, del bachillerato, y la profesora cruza junto a mi pupitre y ve unas caricatuars que yo había hecho. Me pregunta que si yo las habia hecho. Le digo que si, y me pregunta que si yo quiero trabajar. Le digo que si. Me dice que ella, además de ser profesora, trabaja en una agencia de publicidad, llamada Siboney ( en esos momentos la más importande de Cuba, en La Habana), y me pide vaya yo al día siguiente con muestras. Voy, y me dan empleo en un estudio de dibujos animados que tenían allí, para hacer comerciales para la televisión. Era el mes de junio del 1959

A- ¿Cual es el motivo de esa pasión que tiene por la animación?

H- A mis 17 años todavía no sabía yo a qué iba a dedicarme. Era el año 1958. Yo veía que mis amigos solicitaban trabajo, llenaban planillas, y siempre les decían: - ¡Cuándo tengamos algo lo llamamos! - y nunca conseguían empleo. Pensé que eso era porque buscaban trabajos que todos buscan, por tanto, tenían mucha competencia. Decidí que yo debia dedicarme a algo único, exclusivo, Un día vi un anuncio en una revista: "Aprenda caricaturas y dibujos animados por correspondencia". Era una academia en California, USA. Tomé el curso y comencé a dibujar caricaturas, aprendí lo básico del dibujo animado. Y unos meses después mi profesora de matemáticas, al ver, por casualidad, mis dibujos, me invita a trabajar en la "Publicitaria Siboney", y alli tenían un estudio para hacer dibujos animados.
Y yo era único, porque a ningún otro se le ocurrió dedicarse a ello, sólo unos pocos, contados con los dedos de las manos.

A- Háblenos de los países en los que trabajado... ¿qué experiencias y qué diferencias ha vivido en cada uno de ellos?
H- Como ya dije, comencé en "Publicitaria Siboney", dónde se hacían dibujos animados para la televisión. Cuba estaba muy adelantada en el campo de la televisión: teníamos 5 canales en blanco y negro: 2; 4; 6; 7; y 11. Y uno a color: el canal 13. En solo 5 meses de trabajo me desarrollo, el presidente del estudio me da a hacer dos animaciones, y demuestro mis conocimientos y habilidades. Por ello, el diseñador principal, me invita a que él, su ayudante de diseño y yo, fundemos un nuevo estudio propio, nuestro, para dar el servicio de dibujos animados. Nuestro primer cliente es el nuevo gobierno, y al ver la primera animación que le hicimos, de 3 minutos de duración, nos plantean que nos integremos a la industria estatal cinematográfica, recien creada. Y así fundamos el "Departamento de Dibujos Animados del ICAIC", dónde trabajé durante 20 años, del 1960 al 1980, dónde hacíamos animaciones de entretenimiento, didacticas, artisticas, educación, de una metraje de 5 a 10 minutos cada una, a color: películas en 35 mm, para ser proyetadas en los cines.
En esos años, desde el 1959 al 1980, viví en Cuba la experiencia de vivir dentro de un régimen comunista, imposibilitado de moverme libremente, por todas als ataduras típicas del sistema. A principios del 1980 se dieron las condiciones dónde al fin, bajo duras circunstancias, pude lograr la salida del país.
En USA trabajé haciendo diseño gráfico por ni cuenta ( freelance ) y publicando mis caricaturas en la prensa. El dibujo animado estaba en crisis: no se estaba produciendo en los estudios, por lo tanto, animadores experimentados me dijeron que abandonara la idea de dedicarme a ello. Y puse una imprenta, que operé durante 10 años,
Ya para 1994, comienza el desarrollo de la computación. Me compro una Mac y un pequeño programa para hacer animación 2D, era sencillo, pero me permitió hacer animaciones y comencé con los personajes que yo publicaba en la prensa. De un canal de televisión me pidieron mis animaciones, y así comencé de nuevo a dedicarme a la animación. Le dejé la imprenta a mi hijo ( que la trabajaba conmigo ), Me llamaron a trabajar unas animaciones de Hanna Barbera en un pequeño estudio de animación en México, pero me estaban solicitando de otros dos canales de animación en USA. Volví a mi casa en Miami. En México me esperaban, me llamaron, pero en eso me llegó una oferta de un estudio de animación en California, llamado Klasky Csupo, para trabaajr en la serie Rugrats, como director de animación ( timer ), y ya allí, me llamaron de otros estudios, dónde trabajé freelance, animaciones para Nickelodeon y HBO.
En el año 2,002 me retiré y regresé a mi casa en Miami. pero trabajando aún reelance, hasta el día de hoy, 2009, para Univisión Network.
Y entonces me di cuenta, por vez primera, que yo nunca en mi vida había solicitado empleo: siempre me habían llamado.

A- Hemos tenido el placer de estrenar en Animacam.tv varias de sus obras como Gugulandia, Alta Tensión o Gordo-Flaca... ¿Qué significado tiene para usted cada una de ellas?

Son obras menores, realizadas por mí solamente, en todo su proceso, sin la intervención de más nadie. A un bajísimo costo y pocas horas de trabajo, y realizadas para detreminados programas de television.

Gugulandia es una historieta que por más de 35 años venía publicando en la prensa, en páginas semanales o tiras diarias. La comencé en Cuba en el año 1964, publicándola en el periódico "Revolución", una página semanal a color, que salia los lunes en la mañanas, y se hizo muy popular y comentada desde su mismo comienzo. Año y medio después pasó a ser publicada en el periodico "Juventud Rebelde", donde estuvo unos 15 años. Siendo yo director de peliculas de dibujos animados en el ICAIC, realicé 5 peliculas de Gugulandia, de 5 minutos de duracion c/u. Mientras tanto, se publicó simultaneamente en la revista "Cuba Internacional". A finales del 1976 el Ministerio del Trabajo me pidió que, utilizando mis personajes, hiciera una gigantesca exposición titulada: "El Trabajo Hizo al Hombre", en el Pabellón Cuba, de La Habana, Vedado, que se inauguró el primero de enero del año 1977, y pasaron a verla, en 3 meses, más de 150,000 personas. Me fuí de Cuba en 1980, y comencé publicar Gugulandia en USA, en las revistas "Vida Nueva"; periódico "Zig-Zag", revistas "Réplica" y "Entérese", y el periódico "El Nuevo Herald", en forma de tiras diarias, dónde estuvo durante 10 años. En 1995 el canal de tevisión Telemundo, quizo poner Gugulandia en un nuevo programa diario llamado "Alta Tensión", para que apareciera 3 veces por semana, en animaciones de 30 segundos de duración: les hice 35 de esas animaciones, en las cuales empleaba unas 10 horas de trabajo para realizar cada una de ellas.
Las animaciones para el programa "El Gordo y la Flaca", de Univisión Network, las vengo haciendo desde el comienzo del programa, hace ya más de 10 años, y les habré realizado más de 250 de ellas. En el 2,003, me dieron el primer premio INTE 2,002, a la mejor animación latina del año, por esas animaciones. Son pequeños trabajos de animación, sin muchas pretenciones, que realizo yo sólo, sin la intervención de nadie más.
Ellos las utilizan esporádicamente, cuando les hacen falta. y yo se las voy haciendo cuando tengo deseos de trabajarlas. Las repiten muchas veces, a veces ponen 3 en un programa, y a veces pasan muchos días sin que pongan ninguna de ellas.
Esas animaciones no han sido mi trabajo fundamental, sinó, solamente, trabajos adicionales, dibujando y animando en papel, siguiendo mis experiencias de animación tradicional 2D.

A- La animación ha experimentado multitud de cambios: nuevas técnicas, historias más prolíficas, mayor número de animadores... ¿Cómo vive Hernán el presente de la animación?


Yo no le presto atención ni me interesan para nada las nuevas técnicas de animación. Siempre he partido de la base, y he creído, que lo que le interesa a la gente es la esencia de la historia que le estás contando, la forma en que lo hagas es indiferente. Me formé en el mundo de la semianimación de los años 50s, dónde lo que se impuso fue el estilo de la UPA, dónde lo que primaba era lo sencillo del estilo y la inteligencia de las ideas. Siempre fuí anti-Disney, dónde lo que prima es la niñería dulzona y melodramática utilizando siempre la más refinadas técnicas.

A- ¿Y el futuro?

Bueno, en mis ya 68 años de existencia, y haber vivido una vida próspera y feliz, sólo me queda disfrutar lo que ahora soy: un ser humano lleno de experiencias, para compartirlas con los que me quieran escuchar.

A- Además de ser un apasionado de la animación, se confiesa enamorado del Camino de Santiago... ¿qué sensaciones ha vivido a lo largo de la peregrinación?

Cuando supe de la existencia del Camino de Santiago, su historia y tradición milenaria, me dije: - ¡Ahora me toca a mí!, y en el año 2,005 caminé desde Ronsesvalles hasta Santiago de Compostela, transitando por el Camino Francés. Lo fundamental del camino, para mí, fue integrarme a la gente, la tradición, las costumbres; y poner a prueba mis fuerzas, vivir al natural, sin lujos ni comodidades, y sentir la España dentro de mí, origen de mis raíces culturales, familiares, herencia de mi sangre y raza.
A- Ha realizado una impresionante y generosa aportación a Animacam.tv, compartiendo con nosotros multitud de vídeos del Camino... ¿qué motivación ha tenido para realizar el Camino de Santiago?


Fundamentalmente, mi colección con la historia, la tradición y la Madre Patria.

A- Finalmente, nos gustaría que nos adelantase si ya tiene en mente una nueva aventura animada con los personajes de Gugulandia...
Desde hace tiempo, he venido acariciando la idea de, tal vez, una nueva versión, que sería: GUGUANCHE. por aquello de los guanches en Canarias.

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